Sostienen últimos guardianes del peyote diálogo con medios de comunicación
Real de Catorce, SLP. 17 de mayo 2014- El equipo de la película Huicholes: los últimos guardianes del peyote, ofreció una conferencia de prensa previa al estreno mundial del largometraje documental independiente, hacia las 17:00 en el patio del Hotel El Ángel y el Corazón, en Real de Catorce.
Entre los entrevistados figuraron Hernán Vilchez, director de la película; el marakame José Luis Ramirez Katira y su familia; también estuvieron presentes Jorge Gazca Domínguez, de Mazacalli A.C.; Jesús Flores Merino, en representación de las organizaciones que apoyan el estreno de la película; Santos de la Cruz Carrillo, representante del Consejo Regional Wixárika; Carlos Chávez del Frente en Defensa de Wirikuta, y el Dr. Eduardo Santana, académico de la Universidad de Guadalajara. Todos ellos forman parte de los entrevistados que rinden testimonio en el documental.
Asimismo el encuentro con los medios fue acompañado por autoridades de diferentes comunidades wixaritari, entre ellas San Andrés Cohamiata, lugar donde se presentará el documental el próximo 20 de mayo. También participaron algunos ejidatarios de Wirikuta que compartieron ante la prensa su punto de vista sobre la temática del documental.
El marakame Katira manifestó que se sentía muy feliz con la película porque era la oportunidad de dejar para las futuras generaciones una huella de la cultura wixárika, una cosmovisión que peligra ante el mundo cada vez más globalizado.
Expresó también que el documental representa la posibilidad de comunicar un mensaje de vida y valores espirituales profundos a todos los rincones de la Tierra, porque «todos somos hermanos, nuestro planeta es un templo: el Templo Mayor y dónde termina», cuestionó mientras levantaba el brazo hacia el cielo.
Santo de la Cruz ejemplificó la importancia de Wirikuta para la identidad del pueblo cuando explicó que al nacer un niño es necesario que sea bautizado por sus padres, con el agua sagrada de los sitios sagrados, para iniciarlo en la vida e integrarlo al mundo wixárika.
«¿Y qué pasará cuando ya no exista el agua ni los sitios sagrados?», preguntó Santos de la Cruz, quien además comentó que la defensa de Wirikuta ha conseguido la suspensión judicial de la actividad minera: «ahora vamos por el objetivo más grande, que es la total revocación de las 78 concesiones mineras que abarcan 98,000 hectáreas de Wirikuta».
De la Cruz concluyó que actualmente la defensa de Wirikuta implica que el pueblo wixárika trabaje en armonía con los pobladores de la región, para juntos proteger el territorio de las actividades mineras e impulsar fuentes de trabajo alternativas.
El científico Eduardo Santana retomó la palabra del pueblo huichol al afirmar que Wirikuta es una universidad donde se aprende sobre la vida y el universo, haciendo alusión a la universalidad del tema.
«Lo que se está jugando en Wirikuta no es solo el territorio sagrado de un grupo indígena; se está jugando el futuro de México y la manera en que vamos a vivir. Permitir la minería involucraría la apuesta por un rendimiento económico que no se queda en el país. También representaría que ya no haya límite para la violación territorial y los medios para preservar la vida», expresó Santana. «Los wixaritari nos están advirtiendo. No luchan solo por ellos; luchan por todos nosotros», concluyó».
Carlos Chávez, del Frente en Defensa de Wirikuta, coincidió que así como los wixaritari saben que el destino de Wirikuta afectará al destino de todo el planeta, también los poderosos son conscientes del panorama actual.
«Cuando la Cámara Minera de México enjuició la propuesta de convertir a Wirikuta en Reserva de la Biósfera, el argumento que usaron fue que si se eximía a Wirikuta de la minería, este hecho sentaría ‘un precedente nefasto a nivel mundial’. Y en la misma tónica, cuando el Frente en Defensa de Wirikuta buscó conocer la postura del actual presidente de México, desde la Presidencia se le respondió que el caso de Wirikuta era un asunto de incidencia global» puntualizó el representante de la Asociación Jalisciense de Apoyo a los Grupos Indígenas.
Finalmente Katira enfatizó que el pueblo wixárika trabaja unido en la protección de Wirikuta, y que «los ancianos de todas las comunidades, de Santa Catarina, San Sebastián, San Andrés y Bancos, ya hemos conversado y estamos de acuerdo. Y también tenemos que trabajar todos juntos con otras personas de otras culturas porque lo espiritual no tiene fronteras,» declaró.
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